Me aproximo despacio y no insisto.
Ni tú eres el Arco Romano ni yo César
Simón.
Pero sólo tú me puedes conducir a un lado
más frío en apariencia y cálido en consecuencia al establecerme en tu quimera,
más próximo al hermetismo de tu magnificencia.
Resistiendo las inclemencias no concluyo
en mi viaje. No concluyo.
Tu belleza deslumbra y, a su paso, un
vacío emerge: la nada.
Escucho: THE LAST
SHADOW PUPPETS – My mistakes were made for you.
30/11/2008*
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